Filosofando

Todo el mundo, ( y el que diga que no miente) hemos tenido días tontos, en los que la melancolía nos invade.

Pues bien, esa sensación ya lleva un tiempo instalada en mi, y parece que se niega a dejarme.

No me considero más fuerte que nadie, pero es cierto que en los momentos difíciles, tiendo a tirar del carro con todas mis fuerzas, eso sí, cuando tengo un instante para detenerme y pensar... Malo, porque entonces es cuando flaqueo y de qué manera.

En los últimos tiempos mi vida a dado un giro de 180º, el fin de un matrimonio hace tambalear los cimientos de cualquiera, aun cuando seas tú quien ha tomado la decisión de poner fin a esa relación. 

Empezar de -1, nunca es fácil. Nuevas amistades, nuevas metas, nuevas rutinas... y todo esto cargando con la mochila que llevas del pasado. 

Como mantra personal cada mañana me repito: Estarás bien, todo ira bien. Y aquí entra mi gran amigo y confesor Baalzebug, sin el cual, este caos en el que se a convertido mi vida seria mucho mas triste y aburrido. Porque tener a alguien cerca que es capaz de bromear y sacarte una carcajada analizando las cosas que te pasan en el día a día, la verdad es que no tiene precio.

Y de todas esas risas, esas situaciones inverosímiles sale este blog, donde espero que nadie se moleste, porque lo que se intenta es compartir momentos que a nuestro parecer son propios de cualquier monólogo que puedas escuchar por televisión.

Para muestra un botón:

Conversación telefónica:

Arale:                Hola! 

Baalzebug:      ¿Como estas hoy?

Arale:                Bien, aunque la última de mi ex me ha dejado un tanto descolocada.

Baalzebug:        A ver, sorpréndeme.

Arale:                Quiere  adoptar un perro.

Baalzebug:      Eso está bien.

Arale:                 Si, solo que quiere que sea para los niños, y que esté siempre con ellos.

Baalzebug :    ¡No me jodas! ¿Quiere un perro en custodia compartida?

Arale:                 A groso modo se podría describir así. Aún no tenemos cerrado el convenio regulador de la custodia de los niños, y ahora tocará negociar las visitas del pobre perro.        

 Baalzebug:   (carcajadas) En serio, yo quiero un poco de lo que ese hombre toma para desayunar.