lunes, 10 de julio de 2017

La sinceridad de los niños

Si hay algo que admiro de los niños es su sinceridad. Ellos no tienen filtros, muestran sus sentimientos y deseos tal cual.


El otro dia estaba con mis hijas jugando, cuando la pequeña se acordó de no había visto a su padre ese dia y nos pregunto:
-¿Donde esta el papi?
A lo que su hermana, en tono jocoso le contesta:
-Se ha ido a buscarse una novia.
A mi como es normal me entró la risa floja.
La cara de la peque se descompuso, y en menos que canta un gallo, va y nos suelta:
-Pues yo no estoy de acuerdo, que yo no quiero tener una madrastra. 
A lo cual, sin querer solo pude echarme a reír.

lunes, 3 de julio de 2017

El selfie

Hace algunos días, una tarde nos dio a Manolo y a mí por echar un vistazo a las primeras conversaciones por chat que tuvimos. Resulta paradójico ver tus palabras con el prisma del tiempo. 
Hubo una en concreto que me provocó una mezcla de vergüenza y gracia. 
En ese momento éramos amigos, con una gran tensión entre nosotros, pero solo amigos.
Os pongo en situación:
Ese día yo tenía una cena con amigas del trabajo.
Durante toda la conversación se ve entre líneas el coqueteo que había entre nosotros.
La comida durante la cena fue escasa, por no decir inexistente, y con las cervezas previas y un par de copas de vino yo perdí todo tipo de reparo.
Nuestro tonteo se prolongó toda la noche y los efectos del alcohol sobre mí, iban en aumento.
En un momento determinado, Manolo, me pidió un selfie para ver como voy vestida esa noche, justo en ese instante me trajeron el tan esperado plato, una dorada a la sal que tenía una mala cara la pobre... Con el hambre que ya tenía yo y los influjos del alcohol al leer foto solo se me ocurrió mandarle la foto del malogrado pescado.



Por suerte comprendió que me encontraba bajo los influjos de Baco y eso no condiciono nuestra relación.

Moraleja: si bebes no chatees😉