Si hay algo que admiro de los niños es su sinceridad. Ellos no tienen filtros, muestran sus sentimientos y deseos tal cual.
-¿Donde esta el papi?
A lo que su hermana, en tono jocoso le contesta:
-Se ha ido a buscarse una novia.
A mi como es normal me entró la risa floja.
La cara de la peque se descompuso, y en menos que canta un gallo, va y nos suelta:
-Pues yo no estoy de acuerdo, que yo no quiero tener una madrastra.
A lo cual, sin querer solo pude echarme a reír.
